Buenos días blogueros, aprovecho este día frío a la par que festivo en la capital para retomar la buena costumbre de escribir en el blog TOTUM REVOLUTUM.
Pues sí, señores, hoy es festivo en la Capital de España, dato que para mi sorpresa no ha tenido mucha acogida para el resto de los españoles, pues eso de que en la capital hoy “no se trabaje” les crea bastante tensión y desasosiego.
A parte de ser el día de la Almudena, también es víspera de elecciones, las furgonetas ya hacen eco de las tonadillas de cada partido, (esas que nos invaden sin darnos cuenta al bajar del autobús y ya no podemos dejar de tatarear en toda la mañana), los autobuses coloridos con fotografías a todo color inundan las ciudades y como no, los líderes de los diferentes partidos políticos dan mítines e incluso hacen debates entre ellos como si de ello dependiera ganar o no las elecciones.
Efectivamente y tal y como define la real Academia Española, “debate” es sinónimo de lucha o combate, parte que cumplieron a la perfección, pues uno arremetió contra el otro y el otro se defendió como buenamente pudo esquivando los temas escabrosos, saliendo por la tangente y contando aquello que por supuesto le beneficiaba y aquello que tenía preparado en el guión. Todo un combate entre gladiadores al más puro estilo de la antigua Roma.
Pero el tema de fondo va más allá, el tema de fondo es que el día 20 de noviembre de 2011 hay que personarse en las urnas y ejercer nuestro derecho al voto, voto que “decidirá” la marcha de esta nuestra Patria y la pregunta es ¿estamos preparados para hacerlo?
Ejercer el derecho al voto va más allá de salir a dar un paseo y tomar el vermut con los amigos que te encuentras en las urnas, es votar a aquel partido con el que nos sintamos identificados y que velará por nuestros intereses y por los de nuestro País actuando con la diligencia debida del buen padre de familia.
De la escasa población que ejercerá dicho derecho, más de la mitad lo hará sin haberse leído los Programas Electorales de los diferentes partidos o ¿Quién se ha leído los programas electorales, ha hecho un estudio comparativo y ha resuelto en dar su voto a aquel quien recoja sus pensamientos e inquietudes?
Está claro que el montante de páginas de dichos programas rondando las casi doscientas no ayuda a que los ciudadanos lleguen a casa después de su dura jornada laboral o dediquen la mañana de un día festivo para leer los mismos, pero entonces ¿estamos preparados para ejercer nuestro derecho? Porque aquí no se trata de votar al que mejor habla, al que mejor me cae, o al más elegante como si esto fuera la elección de un delegado de clase, aquí se trata de elegir al partido político que nos representará y gobernará durante 4 años.
Dicho período de cuatro años puede suponer o el resurgimiento de España como el Ave Fenix o el hundimiento inevitable como si del majestuoso Titanic se tratase. ¿Estamos preparados? Pues ¡¡ADELANTE!!
